Consejos. Qué llevar…
¿Qué llevar?
La pregunta que se hacen todos los peregrinos, ya sea su primer Camino o el octavo. Después de decidir el Camino que vamos a hacer y la fecha (verano, invierno,…), queda empezar a buscar las cosas a llevar. Las dividiremos en 4 secciones: equipo básico, aseo, botiquín y enseres.
La carga máxima total, incluyendo la mochila no debería sobrepasar el 10% de nuestro peso corporal. Esto es algo orientativo ya que si el peregrino pesa 120 kilos no debería llevar una mochila con 12 kilos de peso. Asiqué, otra recomendación es que pese entre 6 y 8 kilos, ya que se debe tener en cuenta que el líquido y comida (fruta, barritas energéticas,…) también suman.
A continuación detallamos una lista con lo recomendable, que deberías tomar como referencia en base a tus necesidades y posibilidades y a la época del año en la que pretendas hacer el Camino adaptarla según lo consideres.
Todo debe ser pensado y/o buscar asesoramiento en aquello que no controles, de entre todo el material destacan dos: La Mochila y el Calzado, de estas dos cosas dependerá el éxito de nuestra aventura. Es la más importante en cuanto a la preparación del material para hacer el Camino. No por ello hay que comprar la mochila y el calzado más caro del mercado, hoy en día, hay buen material a precios asequibles, por eso recomendamos buscar asesoramiento en tiendas especializadas. Vamos al Camino de Santiago, no al desierto de atacama o del Sahara, quiere decir que caminaremos por delante de tiendas de ropa, farmacias,…
Mochila. Es conveniente que lleve departamentos de acceso rápido, para el agua y aquellas cosas de uso durante el camino. Un cubre mochila o impermeable para mochila es necesario para esos días de lluvia horizontal. Debe contar con cierre en cintura y pecho. Anatómica y de altura regulable. La capacidad de la mochila debería estar dentro del rango que va de los 30 a los 45 litros en época de buen tiempo, y de los 50 a los 60 litros en invierno. Obviamente el frío y la nieve requieren forzosamente de más equipo y más pesado. El peso de la mochila no debería superar el 10% del peso corporal, con un máximo de 8 kilos.
Botas, o calzado de trekking. También existe mucha variedad actualmente. Como consejo altamente recomendable: Zapatillas de senderismo de caña baja o media y haberlos utilizado lo suficientemente antes de partir como para que sean cómodos, no produzcan rozaduras y no requemen demasiado los pies; hay que tener en cuenta que los pies del peregrino es el objeto más valioso del que dispone, mimarlos es fundamental.
Saco de dormir. Y esterilla aislante, siempre le podrás sacar utilidad, para descanso de los pies, como almohada, como reposo para una siesta… El saco debe ser ultraligero, ultracompacto y con la calidad suficiente para que nos dure varios años. Respecto a los grados de confort daremos la siguiente pauta general: El medio año entre mediados de primavera y mediados de otoño 15 grados de confort; en pleno invierno 5 grados de confort; los otros meses 10 grados de confort. Esta pauta sobre los grados de confort es muy general, pues según la zona y la altitud la temperatura varía. Afortunadamente la mayoría de los albergues tienen mantas. Últimamente se han puesto de moda las sábanas-saco; más ligeras (solo pesan entre 200 y 300 gramos), pero hemos de tener en cuenta que apenas protegen del frío.
Sombrero o gorra. Con visera o alas, para que te proteja del sol, tanto de frente como por la nuca y las orejas.
Pañuelo o braga. En esas mañanas frescas se puede utilizar para tapar y calentar la garganta, la boca y la nariz. También, si caminamos por sitios con insectos para apartarlos de la cara, cubrirá la cara si hay polvo y si la mojamos en una fuente nos sirve de refrescante.
Gafas de sol. A ser posible que sean ergonómicas y tengan una cuerda para cuando nos las quitemos no dejarlas olvidadas y tenerlas a mano en caso de meternos en bosque y luego un prado, siempre a mano.
Camisas, polos, camisetas técnicas, etc. Dos camisetas técnicas para caminar y otra camiseta, camisa o similar para el descanso. Debes tener en cuenta el peso y ocupación de las mismas, la facilidad de lavado y rapidez de secado.
Jersey, suéter o polar. Ocupan poco y pesan menos, protegen del frío y lo puedes utilizar para caminar o para esas tardes que refrescan cuando visitamos el pueblo o vamos a cenar donde nos alojamos.
Pantalones. Dos para caminar: Uno en la mochila y el puesto para andar (cortos o largos según época), también son muy utilizados los desmontables. Otro de uso exclusivo para los finales de etapa.
Chubasquero. De los finos o gordos según época de año, cortavientos o similar. Tener en cuenta que el espacio que debe ocupar mientras que no se utiliza debe ser mínimo, al igual que su peso.
Poncho, capa, ropa imermeable. Con el cambio climático esta prenda genera muchas dudas, pero debería ser obligatoria, ya en que agosto puedes tener una semana de lluvias. Un poncho que cubra la mochila y al peregrino es fundamental, ya que dos horas de lluvia sin esta prenda debes ponerte bajo techo o se te mojará todo entre el espacio de tu espalda y la mochila, aunque pongas el cubre mochila, estas no son nada impermeables en el contacto con la espada.
Calcetines. 3 pares más el que llevamos puesto y a ser posible 100% de algodón y sin costuras. En la actualidad hay mucha variedad en este tipo de prendas y de mucha calidad. Debemos mantenerlos secos en lo posible, evitando de este modo la aparición de ampollas.
Ropa interior. 3 prendas más la que llevamos puesta. Las mismas recomendaciones que para camisetas y calcetines.
Chanclas, cholas. Para utilizar en la ducha y para andar al finalizar la jornada, pueden ser de dedo o de cintas, estas últimas pueden utilizarse con calcetines. A ser posible de secado rápido.
Bastónes o Bordón. Para marcar el paso y tener otro punto de apoyo en las subidas y bajadas. Antes de llevarlos al Camino debes acostumbrarte a caminar con ellos o podrías tropezar a cada paso y al final los llevaras en la mochila con el consiguiente peso extra. Si son de telescópico mucho mejor.
Comida, algunos frutos secos, pasas, higos, nueces y, según la época, chocolate…
Botiquin
Los medicamentos que indicamos a continuación son orientativos, es preferible asesorarse correctamente para tener certeza y sin problemas de contraindicaciones o efectos secundarios sobre que cada uno necesita o precisa, no obstante consideramos que los siguientes artículos que indicamos pueden ser de utilidad. Esto no quiere decir que haya que llevarlos todos, son repetimos, meramente orientativos.
Aspirinas. Se usa comúnmente como analgésico para dolores y molestias menores y para reducir la fiebre. También es un medicamento antiinflamatorio y se puede utilizar como anticoagulante.
Es el único “por si…” que debemos llevar, pero debe ser mínimo, pues hay en los albergues y muchas poblaciones tienen farmacia.
Tiritas, esparadrapo, gasas.
Tijeras, Pinzas, agujas hipodérmicas.
Antiséptico (Cristalmina), Analgésicos (Aspirina, Paracetamol…)
Antiinflamatorios
Crema analgésica. Contra el dolor muscular, etc.
Compeed. Apósitos para las llagas y ampollas.
Barra antipicaduras de bichos.
Vaselina, para los pies.
Jeringuilla, con aguja esterilizada para sacar el líquido de las ampollas.
Agujas e hilo, para drenar el líquido de las ampollas.
Glucosport, para prevenir agujetas y «pájaras».
Crema de protección solar, a ser posible que sea de absorción rápida o para el sudor, ya que con el sudor puede resbalar por la frente y acabar irritándonos los ojos.
Neceser para el aseo
Jabón. A ser posible que sirva lo mismo para la higiene corporal que para lavar la ropa.
Imperdibles. Hacen las veces de pinzas, nos permiten llevar colgadas las prendas mientras se secan durante nuestra marcha, y multitud de usos más.
Cepillo de dientes de viaje, pequeño con la dosis de dentífrico suficiente para nuestro recorrido.
Hilo dental.
Peine o cepillo
Toalla, no es necesaria grande, que sea ligera. Preferible de microfibras
Papel higiénico. Es posible que falte en algún albergue y además nunca sabemos cuándo lo podemos utilizar, también sirve como pañuelo tipo kleenex.
Kleenex.
Otros enseres básicos
Bolsas de plástico. Para proteger de la lluvia y separar los objetos dentro de la mochila.
DNI. Pasaporte o cualquier identificación válida.
Tarjeta sanitaria.
Tarjeta de Banco.
Credencial de Peregrino.
Bolsa bandolera, donde se puede ir guardado todo para tenerlo siempre a mano, incluso para dormir con ella.
Bolsa de tela. Para la compra en comercios y evitar el uso de bolsas de un solo uso.
Guía del Camino, información, planos y relación de albergues.
Linterna pequeña o frontal.
Navaja, multiusos, con abrelatas y corta uñas.
Tapones para los oídos. Si eres muy sensible a los ronquidos y deseas descansar por las noches.
Dinero en efectivo, el gasto aproximado al día será de unos 30 euros, y deberíamos disponer al menos para 3 días.
Ya se nos olvidaba el teléfono móvil, seguro que a ti no ya que hoy en día el móvil es una prolongación de nuestro cuerpo, pero sí debes acordarte de llevar el cargador. Hoy en día, puedes tener en el móvil la cámara de fotos y aplicaciones con sistema de geo localización, hace una docena de años debíamos llevar móvil y cargador, la cámara de fotos y cargador y el gps con su cargador. Las disputas en los albergues para cargar los aparatos era toda una competición.